lunes, 25 de julio de 2011

She's locked up with a spinning wheel.

-Lo entiendo.
El se encogió de hombros en modo de agradecimiento y desapareció sin que ella pudiese hacer nada, envuelta en estupor. Silencio de nuevo. Y cae de forma abrupta una vez más la decepción. Y volvió al interior de su torre, a su seguridad.
La conversación del otro día se desplomó sobre sus muros, alertándola, haciendo por unos segundos que se tambaleen en busca de ilusiones. Sin éxito. Todavía le queda un tiempo para conseguir que su voz se oiga más allá del cementos de su mente.
Quizás el sueño que se repite últimamente en sus sábanas pueda orientarla. Trescientos seis. Un número y toda una vida detrás, una vida llena de cemento.

If you sing loud and clear...

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